Lombardero
Un Apellido Vasco Arraigado en Asturias
El apellido Lombardero tiene sus raíces en el País Vasco y es uno de los muchos apellidos que encontraron un hogar en el occidente de Asturias. Estas familias llegaron a esta región, donde se establecieron y forjaron vínculos sólidos a lo largo de los siglos. Como resultado, hoy en día se consideran completamente asturianas, y su historia se entrelaza con la historia de esta tierra.
En particular, el linaje de los Lombardero se arraigó en la localidad de Ferreirela, que forma parte de Santa Eulalia de Oscos. Este apellido se distingue por su escudo de armas, que refleja la historia y la identidad de esta familia asturiana. El escudo de armas de los Lombardero se describe de la siguiente manera:
- Escudo Principal: En un campo de plata, se representan cinco calderas de color sable dispuestas en forma de aspa. Este motivo es central en el escudo y puede estar relacionado con las actividades industriales y la forja del hierro que desempeñaron un papel importante en la vida de esta familia.
- Bordura Dorada: El escudo principal está rodeado por una bordura de oro, que a su vez está decorada con ocho aspas de color gules. Estas aspas aportan un toque de color y distinción al escudo.
Es importante destacar que esta descripción de las armas de los Lombardero proviene de una ejecutoria otorgada por D. Juan Alfonso de Guerra y Sandoval, quien ostentaba el título de Rey de Armas del Rey Felipe IV. Este documento histórico se encuentra en posesión de la Srta. María Luisa Lombardero en Oviedo.
El escudo de armas de los Lombardero es un testimonio tangible de su legado en Asturias y refleja la historia y las actividades que desempeñaron en la región. A través de sus símbolos y elementos heráldicos, estas armas perpetúan la memoria de esta destacada familia vasca que encontró su hogar en tierras asturianas.
Conocer Asturias
«Uno de los platos más emblemáticos de la gastronomía asturiana es la fabada asturiana. Esta contundente y sabrosa fabada consiste en un cocido de fabes (judías blancas) con compango, que es una selección de embutidos asturianos como el chorizo, el morcillo y el lacón. El resultado es un plato reconfortante y lleno de sabor que se sirve caliente, ideal para disfrutar en los días fríos de invierno.»